Por: Fernando Cruz López.
Una de las áreas más delicadas que recibirá el próximo gobierno de la 4T y que es una autentica bomba de tiempo, está en la secretaria de Seguridad Publica, principalmente en la policía estatal, donde los viejos mandos, esos policías que se han ganado a pulso el repudio de la tropa, siguen empeñados en mantener el control de ese cuerpo policiaco al precio que sea, por eso se habla de un posible paro de labores en las primeras horas del próximo primero de diciembre.
Para nadie es desconocido que la policía estatal ha estado por lustros completamente abandonada, mientras los titulares se han dedicado a promocionar su imagen por todo el estado dando a conocer que están trabajando, cuando en realidad solo están perdiendo el tiempo, pues lo que deberían de haber atendido prefirieron ignorarlo.
Cuando digo atender, me refiero a las múltiples necesidades y carencias que ha tenido la policía estatal, uniformes en pésimo estado, armamento que necesita mantenimiento, vehículos a los cuales les dan 30 litros de gasolina a la semana, pues siempre les dicen que no hay dinero, es decir se han ignorado las necesidades reales de la tropa y gobiernos van y otros vienen y solo hablan con los comandantes viejos y ellos dicen mantener en paz a la tropa.
Hoy en día está pasando la misma situación, hay un grupo de jefes policiacos que fueron a entrevistarse oportunamente con el gobernador electo y se comprometieron a mantener el orden y la paz entre la tropa, pero a cambio pidieron que no los tocaran, que respetaran los privilegios que han tenido y que uno de ellos fuera el comisionado, algo que al parecer se acordó y así será.
Mientras tanto los policías uniformados, esos que salen a la calle a enfrentarse con los delincuentes, seguirán percibiendo su raquítico sueldo, seguirán con las mismas carencias de siempre y tienen que conformarse viendo como sus superiores logran acumular propiedades producto de los acuerdos que tienen con la delincuencia organizada.
Solo hay que darse una vuelta por todo el estado y ver las lamentables condiciones en las que viven los policías uniformados, durmiendo en el suelo, tapándose con hules y otros literalmente lo hacen a la intemperie pues para ellos no hay presupuesto, sin embargo, el dinero que envía la federación jamás ha faltado, lo que indica que en el camino se ha perdido y si Salomón Jara no decide hacer cambios radicales, así seguirán las cosas.
La inconformidad que hay en estos momentos en las filas de la policía estatal, es real, hay un serio peligro de un paro de labores, la guardia nacional ya está avisada y lista para entrar a desalojar a quienes se apoderen del cuartel, mientras tanto los policías dicen que no se van a dejar, esto podría convertirse en un baño de sangre innecesario.
El nuevo secretario de Seguridad Publica, en coordinación con instancias competentes, tanto estatales como federales tiene la obligación de investigar a fondo que es lo que ha pasado en la dependencia que en lugar de coordinar el trabajo de toda la policía, los ha olvidado y ha provocado el malestar generalizado que puede explotar en los primeros minutos del próximo primero de diciembre…… Búsqueme en Twitter como @visionpolitica7