Alejandro Leyva Aguilar
La última visita del peje a Badiraguato, pretendió que fuese en secresía, sin embargo todos los mexicanos nos enteramos de que se había dado una vueltecita a saludar a sus cuates allá en la tierra de los capos de la droga.
Habría que preguntase ¿por qué va tanto López a Badiraguato, a qué va el presidente a la tierra de los narcos más famosos que hay en nuestro país, por qué le invierte miles de millones de pesos a ese pueblito que no está en la miseria como muchos de Chiapas, Guerrero o Oaxaca?, ¿a caso será cierto que la primera esposa del peje, Rocío Beltrán, estaba emparentada con los Beltrán Leyva?
Pero bueno, dejemos a un lado las suposiciones y vayamos a los hechos. Después de la visita del peje al terruño de los narcos, el alcalde morenista de ese famoso municipio José Paz López Elenes, además de agradecerle públicamente las muchas visitas a Badiraguato, también anunció lo que será “EL MUSEO DEL NARCOTRÁFICO”.
En una clara apología del crimen el alcalde morenista pretende invertir unos 100 millones de pesos en un museo para honrar la memoria de los muchos narcotraficantes que ha dado ese lugar, desde Rafaél Caro Quintero hasta Joaquín el “Chapo” Guzmán.
Y en la suspicacia que generan las visitas del peje a ese lugar ¿podría haber sido una ocurrencia más de López la realización de un museo de esta naturaleza?, lo digo porque el alcalde lo anunció apenas unos días después de la visita del “presidente”, así en minúsculas y entre comillas, a esa zona caliente.
¿Por qué en vez de gastarse 100 millones de pesos en un museo que es una apología del crimen, mejor construye escuelas, afianza proyectos productivos como el tomate o la calabaza en vez de la amapola y la mariguana?
¿Qué va a exhibir el pinche presidentito en un museo de esa naturaleza?, ¿los cadáveres de los asesinados por los capos?, ¿sus armas?, ¿las mujeres violadas y/o desaparecidas por caprichos de los narcos?, ¿la gorra que usó Ovidio Guzmán el día que lo detuvieron y que luego lo liberó el peje?, ¿las manos, las piernas, las cabezas que los sicarios de los capos han cortado a sus enemigos?, ¿la sotana de Juan Jesús Posadas Ocampo?, ¿las plumas de los cientos de periodistas asesinados por el narco?
Macabro y espeluznante sería un museo del calibre que pretende inaugurar en Badiraguato el alcalde José Paz López pero además sería un agravio a los miles de muertos que el narcotráfico ha cobrado apenas en estos cuatro años del gobierno del peje, más de 150 mil en una escalada de la delincuencia sin precedente en México.
El narcotráfico, no es un asunto de hoy, ni tampoco del peje, me parece que es más que evidente el contubernio entre algunos personajes del gobierno y los capos de la droga, pero en este sexenio, pareciera que quien manda en las calles, es el narcotráfico y en el gobierno, el ejército y esa dualidad no nos puede llevar a buen término.
Ambos, ejército y narcotráfico, pueden infundir en la ciudadanía algo terrible para la democracia que es el miedo y, pareciera que el peje le está endosando a estas dos fuerzas, el control político, económico y social de México, lo que puede resultar en un problema mucho mayor.
Yo no me atrevería a decir que en México se puede gestar una revolución a partir de la inacción y hasta el consentimiento del gobierno para con el crimen organizado, pero la violencia o la intervención puede venir del extranjero, si los gringos suponen amenazada su frontera.
Desde de la Casa Blanca le mandaron este mensaje al peje: “Este caso debería enviar un mensaje claro a cualquier líder extranjero -incluido el peje- que abusa corruptamente de su poder para apoyar a los cárteles de la droga. Si toma dinero de drogas para su elección, si acepta sobornos de cárteles de la droga, si trafica con drogas mortales, si protege a los cárteles criminales de la droga, si permite que la violencia y el asesinato florezcan a manos de los cárteles, entonces la DEA -Drug Enforcement Administration- no se detendrá ante nada para hacerles responsables de sus crímenes, si cree que puede esconderse detrás del poder de su posición, está equivocado”…
Ese mensaje mandó la DEA y el peje quiere construir un museo del narco.
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