**Deben entender que no habrá otro 2006, ni muertos como en Nochixtlán; deben de entender que su lucha no tiene espacio y sólo es un recuerdo nostálgico de abusos y maletas llenas de dinero para su beneficio personal.

**Sin justificación, sin argumentos, sin motivos para sus violentas protestas y movilizaciones, los “normalistas” y sus titiriteros se han ganado el repudio social y de la mayoría de los maestros.

Oaxaca, Oax. 26 abril 2021.- La respuesta que le han dado la Secretaría de Educación Pública (SEP) del gobierno federal y el Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO) del gobierno del estado, a las escuelas normales y a los normalistas y que supuestamente los mantiene insatisfechos, demuestra que hay algo más detrás de las movilizaciones violentas de los “estudiantes”, quienes llevan más de 15 días provocando no solo a las autoridades sino a la misma sociedad oaxaqueña.

Trasciende y es evidente que van tras el dinero y el poder sindical porque incluso se han confrontado con la misma dirigencia sindical de la Sección 22 del SNTE, pero van con todo porque en este jaloneo tambiénpelean los espacios políticos en Morena y sus partidos satélites, por supuesto que está implícito el interés por incidir en las elecciones de este año para presidentes municipales y diputados, pero sobre todo, en la elección para gobernador en el 2022.

No hay pendientes educativos, señala la SEP y el IEEPO, quienes han emitido sendos comunicados detallando punto por punto las respuestas que les han dado a las Escuelas Normales y a los Normalistas, luego entonces el argumento del reducido grupo de jóvenes que se dicen normalistas se viene abajo, pero lejos de avergonzarlos, han arreciado con la violencia.

Hay que destacar que en redes sociales van en aumento los señalamientos directos contra la mano del senador de MORENA Salomón Jara y su organización Frente Unido de Comunidades Oaxaqueñas (FUCO), regenteada por el presidente municipal de San Blas Atempa, Antonino “Nino” Morales Toledo, a quien han señalado de tener vínculos con huachicoleros y la delincuencia organizada en el Istmo de Tehuantepec.

Los medios de comunicación en Oaxaca difundieron una fotografía el 26 de septiembre de 2020, donde aparece el profesor y vocero de la Sección 22 del SNTE, Wilbert Santiago Valdivieso junto con integrantes del FUCO de “Nino” Morales y Salomón Jara Y es precisamente Wilbert Santiago el instrumento para movilizar a los “normalistas” oaxaqueños.

Pero eso no lo es todo, Wilbert Santiago Valdivieso es el ariete de algunos grupos sindicales que quieren la dirigencia de la Sección 22 de la CNTE, Con este mismo profesor Wilbert operan grupos magisteriales encabezados por exdirigentes, como Praxis, de Luis Fernando Canseco Girón; Chispa Clasista, de Ezequiel Rosales; Erangelio Mendoza, jefe de Supervisores; y la radical Unión de Trabajadores de la Educación (UTE), de Rogelio Vargas Garfias. A la alianza de estos grupos la conocen como “La Mini Amplia”.

A estos se suman actores políticos como Flavio Sosa Villavicencio, destacado integrante de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), quien cobró fama en el 2006, cuando el conflicto magisterial provocó muertes, heridos, daños y destrucción en el tejido social y la economía del estado.

Son los viejos dirigentes con las viejas tácticas de agitación política que, como escribió un columnista oaxaqueño, “en su nostalgia del 2006, buscan con desesperación que la policía los “reprima” para justificar su plan de agitación y violencia sin sentido; quieren heridos y, en su locura, hasta buscan algún muerto, no importa si en la refriega lo matan ellos mismos”.

Estos grupos obsoletos se enfrentan desde hace cuatro años, sin éxito, con quienes ahora encabezan la CNTE en Oaxaca, marcada por un relevo generacional que le permitió a la Sección 22 obtener para su gremio en las reuniones con el presidente Andrés Manuel López Obrador, lo que no habían logrado en décadas. Ahí están Eloy López Hernández, secretario General; Genaro Martínez Morales, secretario de Organización y José Carlos López Alonso, secretario de Finanzas.

Queda claro que la “Mini Amplia” quiere provocar un incendio social en su intención de quedarse con la CNTE oaxaqueña. Y de paso llenar con millones de pesos de dinero de los contribuyentes a las mal llamadas “organizaciones sociales” parasitarias que manejan.

Por eso los “normalistas” vandalizaron oficinas públicas, robaron mobiliario y equipo, quemaron los expedientes de trámites de los mismos maestros de la CNTE, golpearon a periodistas locales, se atrevieron a robarse mil 400 cheques de la nómina de los maestros y mantienen un bloqueo en el aeropuerto local, Buscan la “represión”.

Sin justificación, sin argumentos, sin motivos para sus violentas protestas y movilizaciones, los “normalistas” y sus titiriteros se han ganado el repudio social y de la mayoría de los maestros.

Deben entender que no habrá otro 2006, ni muertos como en Nochixtlán; deben de entender que su lucha no tiene espacio y sólo es un recuerdo nostálgico de abusos y maletas llenas de dinero para su beneficio personal.

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