Por: Fernando cruz López.
Muchas veces la gente, la ciudadanía habla por hablar, o por desconocimiento de los hechos y digo lo anterior porque mucho se ha dicho que los pacientes afectados por el COVID 19 que llegan a los hospitales de gobierno mueren, lo que es totalmente falso, y no critico a nadie, pues yo mismo pensaba de igual manera, solo que la enfermedad me llevo al lugar que menos quería ir.
Resulta que el pasado 20 de octubre mi esposa y yo salimos positivos a Covid 19, de inmediato nos pusimos en manos del medico internista Rafael Morales Cervantes, quien diligentemente permaneció atento al desarrollo del virus en nuestro cuerpo, lamentablemente, luego de ocho días, mi situación se complico y tuve que necesitar oxigeno en casa, así pase otros ocho días, pero de un día para otro, es decir el día viernes 6 de noviembre, mis pulmones comenzaron a colapsar por una neumonía que atacaba mi cuerpo.
Así que no queriendo, mi esposa tomo la difícil decisión de llevarme al hospital móvil de Covid, localizado en Reyes Mantecon, que atinada y profesionalmente dirige el doctor Víctor San pedro Suarez, un médico cirujano que se ha especializado en administración de hospitales, acompañado de un grupo de médicos y enfermeras comprometidos con la enorme y peligrosa responsabilidad que pesa sobre ellos.
Para mi sorpresa al ingresar a dicho hospital, de inmediato y dada la gravedad de mi caso comenzaron a atenderme a colocarme monitores, suero, y todo lo que se tiene que hacer en ese caso, una enfermera se destina para cada paciente y esta pendiente las 24 horas del día.
Al poco tiempo comprendí que todo lo que se dice de este tipo de instituciones medicas es porque se desconoce lo que realmente pasa al interior, pues nadie sabe que los médicos y enfermeras(os) dia y noche de manera continua permanecen pendientes de los pacientes que llegan a ese sitio, los cuales reciben la mejor atención y los mejores tratamientos; El precio que pagan estos trabajadores de la salud es muy alto, pues dejan familia, cónyuges, hijos, diversiones y muchas cosas mas, para cumplir con su trabajo y lo hacen muy bien.
En ese lugar el paciente queda literalmente en manos de estos expertos en Covid 19, que sin temor a infectarse o quizá ya acostumbrados a convivir con personas infectadas de ese bichejo, las enfermeras y enfermeros, con paciencia, amor y mucha diligencia, bañan, cambian, asean a los enfermos, pues uno esta debatiéndose entre la vida y la muerte y luchando por sobrevivir, sin embargo ellas y ellos, entregados a su excelente labor, no escatiman nada con tal de apoyar a los contagiados.
El hospital móvil de Covid no descansa, pues día y noche entran personas contagiadas y así mismo poco a poco están siendo dados de alta, la tasa de mortalidad es mínima, pues de 100 pacientes que llegan, solo fallecen 2 escasamente y esto debido a que ya traen diversas enfermedades que al contagiarse con el virus se complican y por ello terminan perdiendo la vida.
La experiencia que viví en ese hospital, fue impresionante, sobre todo al ver el amor, la dedicación y la pasión con que hacen su trabajo los especialistas en la salud, los médicos dia y noche están pendiente del desarrollo y la evolución de los pacientes; Mientras tanto desde afuera, en el área administrativa, el director Víctor San Pedro Suarez, y su diligente equipo de colaboradores, coordinan que nada falte dentro del hospital, ellos se encargan de avisarle todos los días a los familiares de los pacientes cual es su estado de salud y como va su evolución.
Mientras dentro del hospital los pacientes, todas las tardes reciben una video llamada de cinco minutos de sus familiares, si bien es cierto que es muy poco el tiempo, es tan importante conocer como esta tu familia, poder verlos y decirles que vas bien.
La verdad en el hospital móvil de covid-19 me salvaron la vida, por ello quiero agradecer públicamente al director de dicha institución doctor Víctor San Pedro Suarez, a los médicos y enfermeras que estuvieron diligentemente atendiéndome, al secretario de salud del Estado Donato Casas Escamilla, que siempre permaneció pendiente de mi estado de salud, a mis familiares y amigos que ahí estuvieron moralmente apoyándome y a todos los que de una u otra manera rezaron u oraron por mi, mil gracias, Dios contesto las plegarias y me permitió seguir con vida, tengo una deuda eterna con mi Creador a quien seguiré sirviendo……Búsqueme en tuitter como @visionpolitica7