Es momento de sembrar la semilla de un cambio real, de repensar las formas de consumo y de cómo interactuamos con la naturaleza

OAXACA DE JUÁREZ, OAXACA, SEPTIEMBRE DE 2020.- La humanidad se ha caracterizado por esa capacidad de adaptación ante circunstancias adversas. Con la pandemia de la Covid-19, la sociedad espera que en algún momento -no muy lejano- ésta dejará de ser una amenaza y que, gracias a los avances en medicina, se encuentre una vacuna que combata al virus que la causa y, así, regresar a la “normalidad”.

Lo cierto es que no será igual. Algunos habrán comprendido que se requieren cambios, otros tantos no lo verán así y continuarán sus vidas como antes lo hacían. Pero si algo nos está dejando esta situación es una lección respecto a las acciones que debemos tomar en cuanto al cuidado de nuestra salud, hábitos de higiene, la convivencia social, el consumo, los viajes; entre otras.

Debemos aprender de las nuevas formas de convivencia social y de las repercusiones en el comportamiento humano, cambios que abarcan las formas de interacción con el otro, nuevas formas de trabajo y consumo; en fin, nada volverá a ser como antes del 2020, esta pandemia marcará un hito de la humanidad, se logra visualizar un cambio de consciencia y generacional en los años venideros.

¿Se imaginan como será esta vida?, ¿qué cambiará?, ¿cómo nos adaptaremos?, ¿cómo contaremos esta historia, de este amargo 2020?… Son muchas interrogantes a las que poco a poco, con el paso de los meses y de los años, podremos darles respuestas. Lo que pase de aquí en adelante será responsabilidad de todos nosotros.

En el tema de salud, las autoridades de los tres niveles de Gobierno deben priorizar este sector, lo que significaría mayor inversión para la adquisición de medicamentos y el equipamiento de los centros hospitalarios, al tiempo de promover la investigación científica para contar con métodos innovadores que harán frente a las necesidades de la población; mientras que la ciudadanía, deberá continuar con las medidas de higiene como el lavado de manos, el uso de gel antibacterial, el uso de mascarillas, la sana distancia y, sobre todo, el estornudo de etiqueta; todo este conjunto evita mayores infecciones.

Asimismo, es momento de incentivar mejores hábitos alimenticios, lo cual permitirá responder a las enfermedades de mejor manera, es decir, la gente deberá ser más consciente de la calidad de alimentos que consume para poder fortalecer el sistema inmunitario.

Además, salir a divertirse y realizar demás actividades recreativas tendrán que ser modificadas, ya que nuestra mentalidad colectiva está cambiando con respecto a esto, por lo que se debe de seguir con las restricciones para evitar aglomeraciones e incluso, implementar algún tipo de horario para respetar la distancia y tener mayor tranquilidad.

El papel de la empresa en la reactivación de la actividad económica será crucial, por lo tanto, se deberá pensar más allá de sólo atender las necesidades inmediatas de las personas. Es necesario reimaginar estrategias de negocios y nuevos modelos operativos que permitan adaptarse a la nueva normalidad, así como, fomentar el consumo local de productos y servicios, pues esto garantiza la procedencia y la seguridad al adquirirlos, lo que repercute directamente en un apoyo a los medianos y pequeños productores y comerciantes, al tiempo de que obligará a las grandes empresas y negocios de alimentos a buscar los mecanismos para generar confianza en los clientes.

En cuanto a la vivienda y debido a que pasamos más tiempo en casa, será necesario repensar y adaptar los espacios que les permitan llevar a cabo una vida más tranquila y adaptable a los esquemas de home office y las clases en línea; pero, sin dejar de lado el contacto con la naturaleza y el aire fresco.

CMT y la “nueva normalidad”

Congregación Mariana Trinitaria (CMT) diseñó un Ecosistema de Bienestar, el cual ha permitido pensar en soluciones integrales para cubrir distintas necesidades y que, con la situación actual han sido un parteaguas en la vida de las personas con mayor vulnerabilidad. Estas soluciones van encaminadas a mejorar la calidad de vida de las personas para adaptarse a la nueva normalidad.

Entre las acciones que podemos mencionar son las encaminadas a la salud a través de la implementación de orientación de la salud gratuita, mediante la cual, se ha atendido a personas con síntomas no graves y que sólo requieran de orientación en la materia. Además, mediante donativos, CMT ha logrado disminuir el índice de mortalidad por falta de equipo médico, impactando en el número de personas con acceso a la salud.

En la educación, Congregación ha impulsado una plataforma que permite mejorar los indicadores académicos, desarrollar competencias y habilidades a través de una educación bilingüe, al tiempo de favorecer la interacción entre profesores y alumnos. Además, con la aplicación móvil, los padres de familia podrán ver el avance de sus hijos, calificaciones y tendrán notificaciones respecto al perfil académico.

En vivienda se han generados convenios con la Comisión Nacional de Vivienda (CONAVI), esto a nivel federal y, con la Comisión Estatal de Vivienda de Hidalgo (CEVI), con acciones que impactan en el bienestar social y mejoran la convivencia sana, ya que al tener cubierta esta necesidad básica se podrá incidir positiva y significativamente en la sociedad.

Además, mediante financiamiento y subsidios a grupos, comités y organizaciones de pequeños productores (con vocación y experiencia productiva probada) del sector agroalimentario, se ha impulsado el consumo local y comercio justo; asimismo, en esta misma línea, se ha firmado un convenio con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo rural, a nivel federal.

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