DÍA DE LAS MADRES 2020

En este día tan especial del 10 de mayo, quiero dirigirme a toda mujer que por la gracia de Dios es madre. Qué bendición tan grande la que usted tiene.

Dios la eligió para colaborar con Él en la creación y usted dio un “sí”. Gracias por su sí. Ese “sí” se parece al “sí” de María Virgen que cuando le anunció el Ángel Gabriel que iba a ser madre del Mesías ella dijo “sí, soy la esclava del Señor”. En esa actitud se puso usted el día que Dios la llamó a ser madre también. Voy a ser la sierva del Señor y le voy a servir en cada uno de mis hijos.

Gracias mamá por servir a Dios en la persona de tus hijos. Gracias mamá por ir moldeando el corazón de unos niños y niñas para que sean a lo largo de la vida unas personas de bien. 

Gracias, porque esos sentimientos de madre en los que se encuentra sólo el amor tú has ido contagiando del amor a tus hijos.

Sigue sacrificándote por ellos, sigue siendo para ellos una bendición.

Mamá, dice el hijo, bendíceme. Mamá, pide por mí. Mamá, cuídame. Mamá, aliméntame… y mamá hace tantas cosas por el hijo.

Dios te bendiga, mamá. Dios bendiga también al padre de tus hijos. Dios les bendiga porque no puede ser madre si no hay un padre. 

Que a los dos los bendiga Dios y que sigan siendo esos padres responsables que saben sacar adelante a sus hijos con el cuidado debido, con la entrega, con el espíritu de sacrificio, de renuncia personal de muchas cosas por el bien de sus hijos. 

A ustedes, papás, felicidades y muy en especial a usted, mamá. 

Gracias mamá. Que Dios la bendiga. Que la que es Madre por excelencia que es la Virgen María, le alcance a usted Gracia y bendición de parte de Dios para que siga siendo una gran mujer y una gran madre.

Le necesitamos. Le necesitamos así, en su grandeza. A veces nosotros los hijos no hemos sabido valorar su esfuerzo, su cansancio, su trabajo, todo lo que usted hace por nosotros. No hemos sabido valorarlo. 

Hoy le decimos: perdona mamá por no ser agradecido. Perdón, mamá, porque creo que a lo largo de la vida te he hecho llorar y sufrir. Alcánzame una gracia a través de tu oración para que sea un mejor hijo y tú puedas disfrutar de la maternidad a la que te ha llamado Dios y gracias por haberme traído al mundo. Muchas gracias mamá.

¡Felicidades!

Que Dios bendiga a todas las mamás en nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

Amén.

Felicidades, mamá. Son los deseos de su Arzobispo Pedro.

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