La crisis por el Coronavirus COVID-19 tendrá un impacto duradero en todo el mundo y un altísimo costo humano. En este contexto de incertidumbre, los pilares fundamentales de la economía oaxaqueña se encuentran afectados. Por un lado, se enfrenta un choque masivo de oferta de bienes y servicios, con el cierre de todo tipo de empresas, con escasas excepciones, así como con la interrupción de todas las cadenas productivas en el sector primario y en el terciario, de servicios diversos.

Entre las ramas productivas más afectadas se encuentran principalmente la actividad turística, el comercio, la construcción, las remesas y la agricultura. Igualmente es preocupante la reinserción de migrantes indígenas, jornaleros agrícolas y trabajadores migratorios en sus comunidades de origen, afectados por el desempleo y por la deportación desde los Estados Unidos y Canadá.

La caída en los ingresos de las familias y en las ventas de las empresas oaxaqueñas al prolongarse puede traducirse en una crisis de solvencia, que pondría en riesgo no solo la actividad económica durante la emergencia, sino dificultar la recuperación de Oaxaca durante los siguientes años.

Las finanzas públicas enfrentan el mayor desafío en décadas, con la recesión económica caerían las participaciones estatales y municipales y sería insuficiente el Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas (FEIEF). Sin embargo, lo que permitirá una salida más rápida de la recesión es un mayor y mejor gasto público. Para ello los tres niveles de gobierno requerirán contar con los recursos necesarios a través de realinear proyectos y programas, reasignar presupuestos y posiblemente incurrir en déficits transitorios, así como generar acuerdos en materia de coordinación fiscal que protejan las participaciones.

Tanto el Gobierno Federal como el Gobierno del Estado han establecido planes que pueden atenuar la profundización de la desigualdad social, así como preservar y crear empleos en Oaxaca: la ampliación de los programas sociales federales, los programas de créditos para micro, pequeñas y medianas empresas, los programas de becas, el Corredor Transístmico y el conjunto de obras de infraestructura del Gobierno del Estado.

En el Colegio de Economistas de Oaxaca opinamos que estas medidas pueden fortalecerse con acciones adicionales e implementarse con oportunidad: mayores transferencias directas a las personas en condición de pobreza, estímulos fiscales a las empresas que preserven los empleos, inversión urgente en el sector salud y medidas complementarias para mitigar la pobreza urbana y la pobreza indígena y apoyar al sector informal.

Como economistas comprometidos con Oaxaca y con México ofrecemos a continuación nuestra visión sobre cómo mitigar los impactos desfavorables a la economía estatal, así como diversas medidas para encaminar la recuperación económica.

Apoyos directos a los trabajadores y a las PYMES: 1) transferencias quincenales a los trabajadores de las PYMES registrados en el IMSS; 2) permitir que las PYMES paguen sus contribuciones e impuestos al IMSS y al SAT a plazo mediante convenio, condicionado al mantenimiento de la 

plantilla de trabajadores; 3) compras preferentes y pagos en 60 días, del sector público a PYMES locales; 4) descuentos y aplazamientos en el pago de alquileres privados, así como en los servicios públicos incluyendo permisos y licencias de operación municipal.

Crédito: En contraste con la crisis de 1994-1995, hoy la gran mayoría de las instituciones de ahorro y crédito tienen adecuados niveles de liquidez y solvencia, aprovechando esta fortaleza, en materia de crédito proponemos que tanto para las PYMES como para las personas: 1) puedan adquirir crédito a la palabra, a tasas cero o preferenciales, dependiendo del caso, en los diversos programas de financiamiento de los Gobiernos Federal y Estatal; 2) se reconozcan ajustes en los valores reales de recuperación de adeudos, así como agilidad para restructurar los mismos; 3) se establezcan sistemas de garantías para posibilitar el acceso al crédito de la banca de desarrollo, comercial y BanOaxaca.

Economía Informal: Según el INEGI proporcionalmente Oaxaca presenta uno de los mayores tamaños de economía informal del país, considerando esto proponemos: 1) que con el aval municipal se levanten o actualicen los padrones de comercios informales para que, al facilitar su inscripción al Régimen de Incorporación Fiscal (RIF), sean sujetos de apoyos, créditos y transferencias quincenales en efectivo.

Pobreza Urbana: Conforme a los estudios socioeconómicos de Consejo Nacional de Evaluación de la Política Social (CONEVAL) en Oaxaca persiste la alta marginación siendo ahora más amplia en las zonas urbanas. Proponemos que se implementen estas acciones: 1) transferencias en efectivo mensuales a personas que no se encuentren entre los beneficiarios de los programas ya existentes de los Gobiernos Federal y Estatal; 2) Incremento a la asistencia nutricional mediante cocinas comunitarias y/o vales para alimentos en los barrios y colonias de las ciudades oaxaqueñas.

Pobreza Indígena: 1) transferencias en efectivo mensuales a personas no comprendidas en los padrones de los programas sociales del Gobierno Federal y del Gobierno Estatal; 2) aplicación inmediata y efectiva de un programa de alerta, prevención y atención médica oportuna, dirigido a los pueblos y comunidades indígenas y afromexicanos de Oaxaca, a través de un esquema coordinado entre los tres niveles de gobierno y las autoridades tradicionales.

La vigilancia del correcto destino y aplicación de los recursos por esta emergencia es fundamental para garantizar la efectividad de los programas de apoyo. Gracias a los avances tecnológicos en las instituciones fiscalizadoras, destacadamente en la Auditoría Superior de la Federación, es posible que la fiscalización sea vía electrónica y en tiempo real, diseñando desde ya una adecuada rendición de cuentas.

Nadie se salvará por su cuenta, ésta es una misión colectiva, la reactivación de la economía oaxaqueña será menos dolorosa si y solo si no hay un aumento drástico de la pobreza, ni una ola masiva de quiebras empresariales. Los economistas de Oaxaca reiteramos la voluntad de contribuir con el diseño, implementación y seguimiento de propuestas eficaces, coherentes y suficientes para atender la presente circunstancia.

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