Oaxaca de Juárez, Oax. 4 de diciembre de 2019. Lactancia materna, vacunación y estimulación temprana son claves principales para un sano y feliz desarrollo en un bebé de cero a seis meses de nacido.
La responsable estatal de Lactancia Materna de los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO), Silvia Guevara Contreras resaltó que hasta el momento no hay alimento superior a la leche materna, exclusiva, desde que nace hasta los seis meses sin incluir nada más (no agua, no tés, no nada, únicamente leche materna), ya que además de nutrirlos, fortalece el vínculo afectivo madre-hijo y el nucleo familiar.
Aseguró que las bondades de este alimento son infinitas, ya que tiene alrededor de mil 300 componentes.
“Durante los primeros cinco días después del nacimiento se encuentra el calostro (diferentes propiedades, principalmente inmunoglobulinas, que fortalecen el sistema inmunológico), después continua la leche de transición y la leche madura que empieza a partir de los diez días de nacido”, detalló.
Guevara Contreras abundó que el bebé debe ser alimentado las veces que él lo pida, es decir a “demanda generada” y la cantidad que él quiera, de esta manera se asegura que tenga menos riesgo de padecer problemas asmáticos, alergias y diabetes en la infancia, así mismo su coeficiente intelectual es más alto por tantos componentes, lo que hace inigualable este alimento.
En ese tenor, la coordinadora estatal del centro de capacitación de la Salud de la Infancia, Eva Ruth López Galindo refirió la importancia de cumplir con el esquema nacional de vacunación para prevenir enfermedades graves, aplicando al nacimiento la BCG quepreviene la tuberculosis y la primera dosis de anti hepatitis B.
A los dos meses se aplican el refuerzos anti hepatitis B, la primera Pentavalente acelular (difteria, tos ferina, tétanos, poliomielitis e infecciones por influenza b), rotavirus y neumococo conjugada; a los cuatro meses son la pentavalente acelular, rotavirus y neumococo conjugada; y a los seis meses pentavalente acelular, anti hepatitis B, rotavirus e influenza.
También resaltó que la estimulación temprana beneficia al desarrollo “psico-neuro-endocrino-inmunológico” de los bebés de cero a dos años, es decir, no solo se promueve el desarrollo de la personalidad –que debe consolidarse con amor y afecto– sino también del sistema inmunológico, las defensas, emociones y movimientos.
Por lo que invitó a madres y padres, tutores o responsables de bebés a acudir a la unidad médica más cercana para que conozcan dinámicas que pueden implementar mes con mes en los bebés, a fin de potenciar su desarrollo.
Entre los ejercicios que se realizan ejemplificó, de 0 a 28 días: Gotas de lluvia (con ambas manos recogiendo toda la cabeza del bebé vaya dando pequeños golpes con las yemas de los dedos simulando como si cayeran gotas de agua o como si se tocara el piano en su cabeza, procure cubrir toda la cabeza incluyendo la frente y la región lateral hasta sus oídos).
De uno a dos meses explicó: Orejitas, tome el pabellón de las orejas del bebé entre sus dedos índice y pulgar suavemente, no ejerza presión, y efectúe un movimiento circular acariciando todo el pabellón; de tres meses: Tocando tu corazón, coloque las yemas de los dedos en el centro del pecho del bebé y deslizando los dedos suavemente trace un corazón y platíquele cuanto lo quiere.
Finalmente las expertas invitaron a las madres de familia a solicitar informes al centro de salud más cercano, para realizar las actividades más recomendadas y estimular a sus bebés de acuerdo a su edad.