Por Fernando Cruz López.
Lo hechos violentos que sucedieron el pasado domingo en la Huacana, Michoacan, en donde lamentablemente 11 militares fueron detenidos desarmados y exhibidos por habitantes de esa comunidad, presumiblemente protectora de las bandas delincuenciales que operan en la región, muestra el tremendo debilitamiento de la autoridad, que deja agraviado a nuestros glorioso ejército y a la marina armada de México.
Estos lamentables hechos violentos perpetrados en contra de un grupo de militares que previamente habían sostenido dos enfrentamientos con grupos armados que operan en la zona y a los cuales les habían decomisado armas de alto poder, no deben quedar ni en el olvido y tampoco en la impunidad, se tienen que investigar y detener a los responsables.
Los habitantes de este belicoso poblado michoacano, negociaron con los altos mandos castrense la entrega de las armas que les habían quitado a cambio de los militares, lo que se efectuó y con ello se evito una tragedia.
Entre las armas que se les regresaron a los habitantes de la Huacana Michoacán están un fusil de largo alcance, conocido como Barrtet calibre .50, la cual debido a su alcance y al tamaño de la munición, llega a perforar blindajes de tanques de guerra y aviones militares e incluso derriba helicópteros.
Este agravio en contra nuestros soldados, no solo indigna a las fuerzas armadas, sino que causa enojo entre los millones de mexicanos, que vimos por medio de los videos que circulan en las redes sociales, como nuestros soldados fueron vejados, agredidos, humillados y avergonzados y hasta este momento no hay detenidos, lo que también esta causando desanimo entre las tropas castrenses, que ven debilidad en sus mandos y una total falta de apoyo.
No ejercitar acción penal en contra de los responsables del secuestro y agravio de los militares retenidos el pasado domingo, dejaría un mal precedente, pues poblaciones enteras que sirven a los intereses del crimen organizado, lo volverán a hacer cuantas veces quieran.
Lo triste y lamentable seria que nadie fuese llamado a cuentas, que no se investigaran a fondo estos hechos y que los responsables de avergonzar, agredir, secuestrar y aterrorizar a nuestras fuerzas armadas no sean castigados, eso no debe volver a suceder y por ello se debe ejercer la acción de la justicia.
Hoy mas que nunca nuestras fuerzas armadas y ejercitó mexicano, deben recibir el apoyo y la solidaridad del pueblo de México, esta noble institución jamás debe ser pisoteada y avergonzada, por ello urge ponerle un hasta aquí a este tipo de agresiones contra nuestros soldados que están velando por el bienestar de nuestra nación.