Oaxaca de Juárez, Oax., 18 de noviembre de 2018. Como ejemplo de alta capacidad médica, un equipo de cuatro especialistas en Pediatría cerraron con éxito – en cirugía – el conducto arterial persistente de la pequeña Dulce N, esto, en el Hospital de la Niñez Oaxaqueña (HNO) “Doctor Guillermo Zárate Mijangos”, lo que demuestra la alta especialidad existente en el sector salud de Oaxaca para atender los crecientes índices de cardiopatías en la entidad.

El cardiólogo encargado de la intervención, César Augusto Zárate Morales explicó que este tipo de padecimientos es un problema de salud pública muy frecuente, ya que “por cada 100 niños o niñas que nacen, uno trae defecto del corazón, además es la segunda malformación congénita más frecuente, y de todas y todos los niños nacidos esta patología representa aproximadamente el 30 por ciento”.

Añadió que en el caso del HNO se han llegado a realizar hasta 90 exitosas cirugías de este tipo al año. Asimismo, el especialista informó que el conducto arterial persistente es una apertura venosa durante la vida fetal y que debe cerrarse al nacimiento, sin embargo, en las niñas y niños prematuros no sucede, por lo que se convierte en una anormalidad.

“Lo que haremos es cortar y cerrar la arteria, además de separarla de las dos arterias principales”, cuando esta intervención no se realiza, provoca problemas a nivel pulmonar, genera que llegue sangre a los pulmones, crece el corazón, desarrolla insuficiencia cardiaca e interfiere con el desarrollo normal de las y los infantes.

Zárate Morales agregó que durante la intervención quirúrgica no se requiere una bomba, es decir, que no se detiene el corazón para cerrar el defecto, ya que se hace entrando por el torax, “del lado izquierdo entre las costillas se hace una abertura, se llega al sitio donde está la arteria, se liga, se corta, se sutura y listo”.

Asimismo, informó que “generalmente en niñas y niños más pequeños se facilita más la cirugía porque las estructuras son más suaves, podemos manipularlas sin mucho riesgo, en una persona grande implica más riesgo de ruptura de las arterias y sangrado”.

En la cirugía exitosa de Dulce, participaron también la enfermera quirúrgica Itandehui Cuevas, la enfermera circulante Adriana de la Cruz, la anestesióloga Lucía Quevedo y el cirujano cardiólogo Antonio Moreno.

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